martes, 21 de julio de 2009

Michael Jackson en Zaragoza #4 Recortes de prensa

Michael Jackson alborota Zaragoza
El cantante celebrará esta noche en la capital aragonesa su único recital de la temporada en la UE
J. TORRONTEGUI, - Zaragoza - 24/09/1996

La "Divinidad en movimiento", como reza una de las pancartas que le recibió en el aeropuerto de Zaragoza y pende de una valla junto a su hotel, está desde las 16.48 en tierra española, en, suelo aragonés, para participar esta noche en el único recital que dará en territorio de la UE durante su actual gira mundial. La dos veces milenaria ciudad de Zaragoza está acostumbrada a ver pasear por sus calles a personajes de re nombre, pero ayer volvió a conmocionarse cuando el ídolo de los adolescentes pisó la alfombra roja desplegada en la parte civil de lo que fue uno de los reductos yanquis en España.Precisamente varios pilotos norteamericanos no quisieron perderse la llegada del Party One, nombre con el que está bautizado el Boeing 707 del cantante. En el fuselaje, también figuran laspalabras Kingdom Entertainement (reino de la diversión).

Medio millar de adolescentes se agolparon junto a las verjas. Más privilegiadas fueron las autoridades locales, que sí estrecharon el guante blanco de Jackson. Guiados en todo momento por Pino Sagliocco, el productor del concierto, un teniente de alcalde, dos concejales, varios responsables de área y hasta la secretaria de la alcaldesa Luisa Fernanda Rudi aguantaron estoicos los vaivenes del horario de llegada. Entre los más satisfechos, Juan Bolea, concejal de Cultura de Zaragoza, artífice de la hazaña de que Jackson cante y baile hoy en el estadio de la Romareda. Eso sí, la hazaña ha costado 200 millones, aunque se pagarán a plazos. Contra lo que parece rutina en Michael Jackson, que no se distingue precisamente por su cordialidad, esta vez saludó en varias ocasiones a sus admiradores y hasta envió besos a la veintena de periodistas del lugar. Siempre bajo una sombrilla blanca, el cantante paseó sin máscara y ordenó abrir las verjas para saludar de más cerca a sus admiradores.
Las mayores muestras de cariño las dedicó al quinteto de niños que le entregaron dos ramos de orquídeas y lirios al pie de las escalerilla. Los privilegiados Marta y Rocío Bernad portaron los ramos, junto a la hija de un matrimonio de periodistas locales, la de un director general de la Administración regional y un adolescente familiar de Santiago Lanzuela, presidente de Gobierno aragonés.
Besos recibieron también algunas de las niñas que pudieron situarse dentro del perímetro policial instalado junto al hotel Boston, cuartel general del cantante y su grupo. Un padre paralítico acudió junto a su niña, que tuvo el privilegio de ser besada por Jackson en plena explosión de fervor de las más de dos mil personas que se agolparon en el lugar.Un joven consiguió tocarle fugazmente.Otra pequeña que tropezó contra la puerta giratoria del establecimiento consiguió como compensación subir en el mismo ascensor que el cantante hasta la segunda planta, donde está la suite elegida. Las expresiones de afecto no supusieron, sin embargo, problemas de orden público. Algunas muestras de alegría por haber visto de cerca al ídolo llegaron a la histeria y las lloreras, pero nada más.
Cerca del hotel, un reducido grupito de incondicionales estaba apostado desde el sábado para ver de cerca al cantante, recibido ayer al grito de "¡Michael!, ¡Michael!" cuando vieron llegar la caravana escoltada por numerosos agentes policiales. Varios Mercedes, dos de ellos blindados y otros dos matriculados en Inglaterra; dos coches más descapotables; un Jaguar y un Rolls-Royce compusieron la comitiva que recibió tratamiento poco menos que de jefe de Estado. De hecho, la Guardia Urbana cortó las vías transversales a su itinerario y se eliminaron los semáforos, mientras miles de personas apostadas en las calles saludaban a Jackson y su corte.
Ya en el hotel, Michael se colgó -literalmente de uno de los ocho ventanales de su habitación y se sentó en el exterior para saludar a las y los admiradores que, aguardaban en la calle. Más besos a distancia.
La caravana volvió a formarse a media tarde para que el cantante visitara un centro comercial. Compró un compacto, una cadena musical y una grabadora, todo ello por unas 30.000 pesetas. ¿A que no se imaginan cuál era el disco? Sí, era... ¡Macarena! ¿También tú, Michael?
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Miles de fans aragoneses lloran la muerte del "Rey del Pop"
La repentina muerte esta noche en Los Ángeles del cantante norteamericano Michael Jackson, ha conmocionado también a los miles de seguidores aragoneses del artista que visitó Zaragoza en 1996. 200 millones de las antiguas pesetas costó traer al “Rey del Pop” hasta la capital aragonesa para actuar en el estadio de la Romareda ante 45.000 personas. Durante su corta estancia en la ciudad, Jackson estuvo alojado en el Hotel Boston. Luisa Fernanda Rudi era alcaldesa de Zaragoza y Santiago Lanzuela presidente del Gobierno de Aragón.

Enrique Pérez - 26-06-09

"Divinidad en movimiento". Así rezaba una de las pancartas que recibió a Michael Jackson en el aeropuerto de Zaragoza. El cantante llegó a la capital aragonesa en un Boeing 707 a las 16.48 de la tarde para ofrecer el único concierto que daría ese año en Europa con motivo de su gira mundial. En el avión viajaban unas 300 personas entre técnicos, bailarines, promotores... Cientos de adolescentes esperaban la llegada del ídolo norteamericano a su salida de su avión, el “Party One”, nombre con el que Jackson bautizó al Boeing 707 que le trajo a España. En el fuselaje del aparato podían leerse las palabras Kingdom Entertainement (“Reino de la diversión”).
Medio millar de adolescentes se agolparon junto a las verjas del aeropuerto mientras las autoridades locales estrechaban el guante blanco de Jackson. Guiados en todo momento por Pino Sagliocco, el productor del concierto, parte de la corporación local que por aquel entonces encabezaba la alcaldesa Luisa Fernanda Rudi, recibió al artista al bajar del avión. Entre ellos un satisfecho concejal de cultura Juan Bolea, principal artífice de la hazaña de que Micheal Jackson cantara y bailara en el estadio de La Romareda ante 45.000 personas en septiembre de 1996. Una hazaña que costó 200 millones de las antiguas pesetas que hubo que pagar a plazos. Jackson, sin máscara, saludó a sus admiradores bajo una sombrilla blanca. Un grupo de niños le entregó un ramo orquídeas y lirios al pie de las escalerilla.
El Hotel Boston, fue el cuartel general del cantante y su grupo durante su corta estancia en Zaragoza. Hotel que estuvo permanentemente vigilado por la policía y alrededor del cual se agolparon miles de personas con el deseo de ver al artista. La suite del cantante estaba situada en la segunda planta. A pesar de la histeria colectiva, no se registraron problemas de orden público. La comitiva que acompañó hasta el hotel a Michael Jackson estaba integrada por varios Mercedes, dos de ellos blindados y otros dos matriculados en Inglaterra; dos coches más descapotables; un Jaguar y un Rolls-Royce. Nada más llegar al hotel, el cantante se asomó a una de las ventanas de su habitación para saludar a sus admiradores que aguardaban en la calle.
Según recuerda el entonces concejal de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza Juan Bolea, “yo perdí la corbata, me arrancaron un mechón de pelo, y a Michael media patilla. La gente se tiraba encima. La puerta del hotel se la cargaron. Se organizó la mundial, se caía todo a nuestro paso, los letreros, las ofertas, la gente intentó trepar por las escaleras mecánicas detrás de él, fue bestial. Y él estaba absolutamente imperturbable, creo que disfrutaba de todo lo que estaba sucediendo, pero no comentó nada. En el hotel se había hecho instalar una pequeña pista de baile dentro de la suite. Era una de las condiciones del contrato, que recuerdo con pánico: Tenía 150 páginas y era absolutamente puntilloso. Otra cláusula era una visita a un hospital o algo relacionado con la infancia. Se organizó gran revuelo... Él llevó unos cuantos regalos para los críos, y fue una cosa relativamente sincera, dentro de que todo es un simple espectáculo. Los críos estaban paralizados, impresionados, no podían ni hablar. No hubo nada excepcional salvo su propia actuación permanente, que es lo extraordinario”.
Durante su estancia en Zaragoza, según recuerda Bolea, Michael Jackson visitó un centro comercial de la ciudad donde compró varios discos, entre ellos el de “Thriller”, una cadena musical y una grabadora. Todo ello por unas 30.000 pesetas. Fuente:Cope.es

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